Barniz (cerámica)

En la producción cerámica es importante diferenciar el antiguo barniz no vítreo,[nota 2]​ característico de la fábrica clásica griega, la terra sigillata romana y otras cerámicas itálicas, del barniz vítreo común a las distintas técnicas empleadas en las piezas vidriadas propiamente dichas.

La característica diferenciadora del barniz clásico con el vedrío estriba en que aquel no vitrifica durante la cochura por carecer de componentes silíceos.

[2]​ Llamado así por ser su base el estaño fundido con plomo, a los que se añaden sal, arena y agua.

El barniz plumbífero o plúmbeo (con el que se bañan las piezas en crudo y antes de la cochura) produce un vidriado brillante y trasparente que permite conservar los colores originales del barro o del engobe, si lo hubo.

[2]​ Como se ha visto, en el lenguaje cerámico, barniz es un término con un significado amplio y controvertido,[6]​ según el contexto.

Esferas de terracota con barniz y con óxido; obra de Lucio Fontana en 1957, en el Museo Internacional de Cerámica de Faenza .
Plato ático de barniz negro. Necrópolis de La Albufereta (Alicante). Segundo cuarto del siglo IV a. C. Museo Arqueológico de Alicante (España).
Plato romano decorado con barniz rojo. Yacimiento en la cuenca del río Trabancos , Nava del Rey ( Valladolid ).