Su origen se remonta a 1712, por las acciones emprendidas por el padre Gerónimo Rebolledo.
[3] Desde finales del siglo XVII se conoció a la zona con el nombre de Aricapano.
Posteriormente, se despobló y hubo diversas refundaciones.
Las actividades principales de la población se restringían al trabajo en cementeras, así como la actividad de ganadería vacuna, caballar y asnar.
Ese año, el general Juan Vicente Gómez la integra al estado Aragua, entregando a cambio a San Juan de los Morros que más tarde sería la capital guariqueña.