Este linaje tuvo cierta importancia en Castilla llegando a rivalizar con la otra familia condal castellana residente en las tierras de Lara, la familia de Gonzalo Fernández y su hijo Fernán González.
En el 926 Fernando Ansúrez vuelve a ser nombrado conde de Castilla.
En el año 932, los Ansúrez junto con los Banu Gómez de Saldaña se rebelaron contra Ramiro II en apoyo de su hermano Alfonso IV, atacaron el llano de León, infligiendo una tremenda derrota al conde Flayn que había sido designado por Ramiro II para defender la capital leonesa.
Este hecho hizo que Fernán González se rebelara al ver tapada su expansión hacia esa zona.
Con Fernando Ansúrez el condado de Monzón alcanzara su máximo esplendor, llegando a enviar el conde su propias embajadas a Córdoba para pactar treguas.