Su primera sede estuvo en una casa alquilada en la calle Piedad (hoy Bartolomé Mitre) de Buenos Aires, donde ya había comenzado a formarse la incipiente city financiera.
Más tarde construiría su propio edificio en la misma calle, entre Reconquista y San Martín.
Ante el conflicto de intereses y la puja que terminó en un litigio, la nueva institución debió llamarse Nuevo Banco Italiano, y comenzaría una historia de competencia entre ambas bancas.
Con el paso de los años, el Banco de Italia comenzó a diversificar tanto a sus inversores como a su público, al tiempo que surgían otras instituciones financieras exitosas dentro de la comunidad italiana-argentina, como el Banco Francés e Italiano para la América del Sur.
El Banco de Italia tuvo su edificio construido especialmente como Casa Matriz en la calle Bartolomé Mitre 448.