Ballet mécanique

Ballet mécanique (en español: Ballet mecánico) es una película francesa de vanguardia, concebida, escrita y dirigida por el pintor Fernand Léger en colaboración con el cineasta Dudley Murphy (y con aportación cinematográfica de Man Ray,[1]​ que finalmente, por desavenencias personales, rehusó aparecer en los créditos).

En su libro Dudley Murphy: Hollywood Wild Card, la historiadora de cine Susan Delson argumenta que Murphy fue la fuerza motriz de la película, pero que Fernand Léger tuvo más éxito en promover la película como su propia creación.

Las experiencias de Léger en la Primera Guerra Mundial tuvieron un efecto significativo en todo su trabajo.

[3]​The Card Players marcó el comienzo de su "período mecánico", del cual forma parte el Ballet Mécanique, una técnica artística que combina la abstracción dinámica del constructivismo con las cualidades absurdas e indisciplinadas de Dada.

En su versión original, el título francés de la película fue "Charlot présente le ballet mécanique" (como se ve en la impresión original), refiriéndose al personaje de Charlie Chaplin, Little Tramp, como era conocido en Francia.

El cómo fue posible tal descoordinación y los verdaderos motivos de que no realizaran finalmente lo que habían anunciado aparatosamente (incluso en los créditos originales del film), es decir, la primera película mecánicamente sincronizada en la historia del cine, es, casi hasta hoy, un misterio.

Como composición, Ballet Mécanique es el trabajo más conocido y duradero de Antheil.

[4]​ Por otro lado, desde 1992 se han hecho intentos continuos por reinterpretar la orquestación original del concierto, de 30 minutos, que fue realizada por primera vez por relativo éxito por Maurice Peress.

Entre otros, que la partitura de 30 minutos y 16 pianolas sincronizadas tan trabajosamente obtenida no es, en realidad, la idea musical original para la película, sino una expansión posterior de la verdadera idea original,y que fue llevada a cabo por Antheil como concierto espectacular e independiente, una vez comprobado que no podía sincronizarse conjuntamente su música con las imágenes de Léger.

[9]​ Dicha tesis, y las implicaciones que origina, se ha visto reforzada en 2016 con la publicación de la reconstrucción del sincronismo cinemático original de acuerdo con ella en la denominada Versión canónica (es decir, basada en los patrones rítmicos "tempo-espaciales", o "cánones de proporciones" audiovisuales, que se sabe que utilizaron Léger y Antheil para coordinar, o al menos intentar coordinar, imágenes y música).