En el centro histórico de Lima abundan los balcones, los cuales le dan a la ciudad un aspecto muy original.
La plataforma del balcón era similar a la de los corredores y se formaba por cuartoncillos salientes del muro, a veces sobre canecillos, que soportaban una viga sobre la que se asentaban los soportes verticales de la cubierta.
La estructura básica del balcón limeño se mantuvo invariable a pesar de su evolución.
[2] Este programa consistió en invitar a diversas instituciones públicas y privadas a «adoptar» un balcón, de modo que asuman la inversión que significaría su conservación y restauración.
El monto global de la inversión llegó en dicho período a los 800 000 dólares.