Bacía

El uso más común lo tenía en las barberías, como un receptáculo para el jabón de afeitar, para humedecer y jabonar la barba; otro uso habitual era para sangrías médicas.

El DRAE, además a concederle un primer significado general de vasija para contener líquidos y alimentos, anota que, antiguamente, también se llamaba así a la taza de una fuente.

Por su parte, Nebrija da bacia como aquello mismo que bacin.

[1]​ El casco que escoge Alonso Quijano para llevar en sus andanzas es una gran bacía de barbero.

Así lo narra Miguel de Cervantes en el capítulo XXI del Quijote («Que trata de la alta aventura y rica ganancia del yelmo de Mambrino, con otras cosas sucedidas a nuestro invencible caballero»).

Bacía de porcelana china (hacia 1700), con el escudo de armas de una familia holandesa.
Detalle de la escultura dedicada al Ingenioso hidalgo en Alcázar de San Juan .