El agua era suministrada desde algún río o arroyo cercano y con acueductos en las grandes ciudades (como el de Segovia de 14 kilómetros),[2] posteriormente se calentaba en una hoguera y era trasladada hasta el caldarium, donde la temperatura del agua era alta.[5] Así pues, cuando los baños individuales adquirieron más suntuosidad y albergaban varias estancias, se adoptó el plural balnea o balinea, tal y como describe Cicerón los baños de la villa de su hermano Quinto.[6] Balneae y balineae, según Varrón sin un número de estancias específico,[7] eran los baños públicos; aunque hay algunas contradicciones en autores posteriores, como Plinio, que utilizan el término balnea para referirse también a los baños públicos y balneum para los privados.[13] La práctica termal se constituyó como una características de la cultura romana e incluso las ciudades romanas más modestas se equiparon con establecimientos termales como la colonia veterana de Timgad (actual Argelia), cuya población ascendió a unos 5.000 habitantes, pero albergaron ocho termas.[14] En Roma, siguiendo el ejemplo griego, se construyeron estancias similares que pronto fueron del gusto de la ciudadanía.Estas instalaciones, construidas alrededor del año 217, tenían un aforo de mil seiscientos usuarios.Era en muchas ocasiones un centro de reuniones informales, perfecto por su relajante aire vaporado y las calientes aguas termales.La presencia de nichos en los muros indica que pudieron ser las estanterías y su profundidad es suficiente para contener pergaminos antiguos.Algunos ciudadanos se bañaban varias veces a la semana, por lo que la sociedad romana era sorprendentemente limpia.[20] La función social, e incluso medicinal, de los baños y termas se ha mantenido durante toda la historia hasta nuestros días.En la civilización romana la institución de los baños, las termas, era fundamental en los servicios que los ciudadanos debían tener.Fueron lugares ideales para la conversación relajada, el recreo y la relación social, con todo lo que ello significaba.Muchas de las explotaciones termales que fundaron los romanos están todavía hoy en actividad.Se asocia a fuentes de aguas minerales calientes o termales, que varían desde rústicas fuentes termales que afloran desde la tierra hasta modernos centros con los más diversos servicios para el bienestar y tratamientos terapéuticos para el estrés.
Los mosaicos de los baños termales.
El famoso mosaico “Stanza delle Palestriti”, conocido popularmente como “Las chicas en bikini"