Este aditivo es de gran importancia para evitar el apelmazamiento del azúcar debido a su elevada higroscopicidad.El nombre es un galicismo que proviene del francés glace (que se pronuncia /glas/), empleado en la expresión culinaria francesa sucre glace (azúcar nevado en español); la referencia a la nieve se debe al aspecto del acabado que este azúcar permite dar a muchas preparaciones de repostería.Mezclado con agua caliente y limón produce el glaseado con el que se decoran postres como el apfelstrudel.Mezclando el azúcar glas con un poco de agua, se obtiene una pasta con la que se puede cubrir o decorar los dulces o pasteles y que al secarse forma una fina capa de un elegante brillo blanquecino y crujiente.El glaseado admite añadidos que permiten obtener variantes de color y de sabores (colorantes alimenticios y sabor a chocolate, vainilla, fresa, etc.).