El nombre fue introducido por Frank Wilczek, coescritor del primer artículo que predijo el axión.
Estudios recientes han teorizado que, de existir los axiones, estos tendrían una masa particularmente ligera, inferior a 10-7 eV.
Sin embargo un estudio en 2014 indica que los axiones podrían ser partes de la materia oscura.
Sin embargo, tal y como introdujo Gerard 't Hooft,[4] hay términos naturales en el lagrangiano QCD capaces de romper la simetría CP.
Es más, las interaciones originadas por la ruptura CP inducirían un momento dipolar eléctrico (EDM) en el neutrón que no se ha encontrado en experimentos.
Las restricciones impuestas por los experimentos, pues, indican que la violación CP debería ser extramadamente pequeña y por tanto el término Θ muy cercano a cero.
[5] Teóricamente, sin embargo, no se restringe el valor de Θ, quedando por contestar porque este debería ser tan pequeño.
En 1977, Roberto Peccei y Helen Quinn presentaron una respuesta elegante al problema CP fuerte, conocido como el mecanismo Peccei-Quinn.
Para ello se debería introducir una nueva simetría quiral (la simetría Peccei-Quinn) que se rompería espontáneamente dando a lugar a una nueva partícula, tal y como expone el teorema de Nambu-Goldstone.
Este resultado fue desarrollado independientemente tanto por Frank Wilczek [6] como por Steven Weinberg,[7] resolviendo el problema CP fuerte con un pseudo-bosón de Nambu-Goldstone, el axión.
Sin embargo, las estimaciones relacionadas con búsquedas solares directas, la evolución estelar, modelos cosmológicos o experimentos en laboratorios descartan esta posibilidad.
Otros experimentos de este tipo incluyen DMRadio, HAYSTAC, CULTASK y ORGAN.
El experimento italiano PVLAS busca cambios en la polarización de la luz que se propaga en un campo magnético.
Otra técnica es la llamada "luz que brilla a través de las paredes", donde la luz pasa a través de un campo magnético intenso para convertir fotones en axiones, que luego pasan a través del metal y se reconstituyen como fotones por otro campo magnético al otro lado de la barrera.
Los experimentos realizados por BFRS y un equipo liderado por Rizzo descartaron una causa axiónica.
Los axiones pueden ser producidos en el núcleo del Sol cuando los rayos X dispersan en campos eléctricos fuertes.
Su sucesor, el Observatorio Axión Internacional (IAXO), es un helioscopio de cuarta generación, experimento que prevé construir un imán superconductor toroidal específico, capaz de generar un alto campo magnético en un gran volumen.
[10] En 2013, Christian Beck sugirió que los axiones podrían ser detectables en uniones Josephson; y en 2014, argumentó que se había observado una firma, consistente con una masa ≈110 μeV, de hecho en varios experimentos preexistentes.