Fue descubierta en 1926 en el monte Vesubio cerca de Nápoles (Italia),[1] siendo nombrada así en honor de Amedeo Avogadro, físico italiano.
Es un fluoruro anhidro de potasio y boro.
Su estructura molecular es la de tetrafluoroborato del sistema cristalino ortorrómbico, que se puede transformar en isométrico si se calienta por encima de 273 °C.
[2] Se forma como un producto de sublimación alrededor de las fumarolas volcánicas.
Suele encontrarse asociado a otros minerales como: sassolita, malladrita o hieratita.