Este enfoque en aviones especializados en contrainsurgencia incentivo la creación de otras aeronaves.
En 1913 la aviación francesa utilizó aviones para contrarrestar el levantamiento de Marruecos y en 1916 EE. UU.
En Aden la Royal Air Force gracias al poder aéreo pudo mantener la autoridad del gobierno frente a la insurgencia.
Los soviéticos en los años 20 y 30 del pasado siglo emplearon aviones contra los insurgentes islamistas en Asia Central.
Francia comenzó utilizando aviones abandonados por los japoneses, como los Nakajima KI-43-II Kai, en Indochina, contra las fuerzas del Viet Mihn, Más tarde emplearon aviones proporcionados por Estados Unidos como el Bell P-63 King Cobra, F8F-1B Bearcat y Martin B-26 Marauder.
[1] En Argelia se utilizaron por primera vez y de modo masivo los helicópteros, táctica más tarde evolucionada por EE. UU.
Francia utilizó muchos aviones adaptados a la contrainsurgencia: North American T-6 Texan, Martin B-26 Marauder, F-47 Thunderbolt, Douglas A-1 Skyrider, Sud-Aviation T-28 Fennec, Max Holste MH.1521 Broussard, Morane-Saulner MS-1500 Epervier y el Sud-Aviation SE-117 Voltigeur.
En Sri Lanka se emplearon contra el LTTE cazabombarderos Kfir sí como helicópteros Mi-24 y Mi-8/17s.
Pakistán empleó sus aviones J-7d con bombas guiadas, así como helicópteros Mi-8/17 para apoyar al ejército contra el terrorismo en las montañas fronterizas con Afganistán.
Entre 1975 y 1976, durante el Operativo Independencia, aviones IA-58A Pucará atacaron posiciones del Ejército Revolucionario del Pueblo, más tarde los mismos aviones participarían en la guerra de las Malvinas, donde un Pucará lograría derribar un helicóptero Westland Scout británico.
Actualmente muchas fuerzas aéreas utilizan este tipo de aeronaves para operaciones anti narcotráfico.
Ahora hacían falta aviones más lentos y capaces de volar desde aeródromos improvisados.
Recuperar aviones de la Segunda Guerra Mundial (A-26, T-6, Piper Enforcer) ayudó pero tampoco era la solución.