Si bien todos los países han aspirado a lograr su estado nación, el caso de los alemanes es muy particular, ya que nunca les fue permitido concretarlo.
Con todo, Alemania ganó aquella guerra, y por tanto pudo darse la unificación alemana; sin embargo, varios millones de alemanes étnicos habían quedado bajo la órbita de los Habsburgo, por lo que la unión seguía sin ser completa.
Para empeorar la situación, en aquel momento Alemania se encontraba luchando contra una grave crisis económica y una revolución socialista.
Así, a partir de 1943, el país fue oficialmente llamado Großdeutsches Reich (Gran Alemania).
Sin embargo, tras la Segunda Guerra Mundial, todas estas tierras fueron nuevamente desmembradas por la fuerza de los países vencedores.