Augusto Liliedal

En 1851 pasó al Paraguay donde dirigió una fundición de hierro.

Las experiencias de su viaje las reflejó en un Diario, incluyendo anotaciones acerca del territorio recorrido, su flora y fauna.

La empresa, si bien generó gran entusiasmo en la población e impulsó pedidos de canalización del río para el riego y el transporte, finalmente no se llevó a cabo.

El Hércules (Bartolomé Cordero) consiguió tomarlo pero otra bala cortó la cadena del timón, dejándolo sin gobierno, y los disparos hirieron a Bartolomé Cordero, pese a lo cual consiguió mantener el rumbo con la barca hasta salir del alcance de las baterías.

Su hijo, Oscar Liliedal, fue un conocido jurista, empresario y filántropo.