Hijo de un cantero comunero exiliado en Bélgica,[1] Auguste Perret nació en Ixelles.
La estructura se manifiesta como un elemento visto en la fachada que marca su forma de hacer posterior.
Esta obra presenta estancias compuestas con historicismo siguiendo además el método compositivo académico de tabiques cortos con grandes espacios.
Muchos consideran a Perret como el padre del hormigón, ya que fue el primero en utilizarlo como elemento constructivo y estructural, además de elemento ornamental y distribuidor que presenta en ocasiones desnudo al exterior en algunas de sus obras.
Esto ha sido reinterpretado y utilizado con la misma intención por un gran número de arquitectos posteriores a Perret.