Tiene planta basilical, con pórtico-campanario en la fachada central y muros muy delgados cubiertos con vidrieras.[1][2] A principios del siglo XX, Le Raincy era un municipio de 10.000 habitantes cuya población comenzó a crecer rápidamente hasta duplicarse en cuarenta años y convertirse en un suburbio obrero de París.La Sociedad de San Juan convocó en 1916 un concurso al que se presentaron numerosos arquitectos.Thomas puso en contacto a Nègre con los arquitectos Antoine Bourdelle, Maurice Denis y los hermanos Perret.De acuerdo con sus hermanos Gustave (arquitecto) y Claude (empresario), aceptó el desafío de hacer una construcción rápida y barata, ajustada al coste de 300.000 francos, algo que fue decisivo para que les confiaran el encargo (el presupuesto más barato que habían recibido los promotores hasta entonces ascendía a 1.800.000 francos).[4] La elección del material constructivo, el cemento, fue recibido con suspicacia por los feligreses, quienes se temían que su iglesia pareciera un hangar.Le Corbusier calificó esta fachada occidental de «máscara austera» porque disimula la estructura arquitectónica del templo diseñado por Perret.Según el arquitecto e historiador Peter Collins, Nuestra Señora de Le Raincy es, sin duda, el edificio más revolucionario construido en el primer tercio del siglo XX.