Atarjea (canal)

Una atarjea, y también, en ocasiones, dependiendo del territorio, tarjea, atajea, atajía, tajea, caz o cuérnago (del andalusí «التَّجْرِيَّة» at-taŷría —por metátesis intermedia—, "la fluidez" o "el flujo") es un canal poco profundo, usualmente de ladrillo o mampostería, que se construye para conducir las aguas, generalmente con el propósito de regar los campos cultivables.

[1]​ La atarjea puede estar a nivel del suelo o elevada sobre arcos, para permitir llevar el agua desde un manantial, una acequia, un acueducto o una balsa de agua hacia molinos, otros ingenios industriales o hacia los campos para su riego.

[1]​ Las atarjeas suelen estar abiertas y en los laterales pueden tener compuertas que pueden ser cerradas o abiertas, en función de la necesidad de canalización y distribución del agua en cada momento.

Por extensión, se habla de una atarjea de desagüe que permite que las aguas del interior de un edificio o estructura (muralla, puente...) evacuen al exterior directamente o a un sumidero.

[3]​ También se ha documentado un sistema de atarjea-pozo externo, que será el que se impondrá posteriormente en las edificaciones domésticas hispanomusulmanas emirales o califales.

Detalle de la atarjea de Santa Lucía (manantial de la Muela). Vejer de la Frontera (Cádiz). siglo XVI .
Atarjea de Tablazo, utilizada para la industria de la caña de azúcar . Nerja (Málaga). Finales del siglo XIX .
Tajea en el Camino Real de Arico ( Provincia de Santa Cruz de Tenerife ), Islas Canarias.