Los samuráis se las arreglaron para llegar hasta la orilla del río mientras les disparaban.
Muchos guerreros se ahogaron cuando los defensores del castillo abrieron los diques e inundaron el área.
Katsuie resultó herido y muchas vidas se perdieron, por lo que este primer intento fue un rotundo fracaso para Nobunaga.
Las tropas de los Ikkō-ikki inmediatamente contra-atacaron y pudieron utilizar sus propios arcabuces, los cuales habían cubierto durante la tormenta.
Este bloqueo y apoyo naval permitió que Nobunaga tomara las fortificaciones exteriores de Nakae y Yanagashima, con lo que pudo controlar el acceso oeste del complejo por primera vez.
Eventualmente, los defensores fueron replegados por un ataque simultáneo hasta los monasterios de Ganshōji y Nagashima.