Chile deseaba cuando antes imponer al Perú una paz bajo sus términos pero los gobiernos peruanos de Francisco García Calderón y Lizardo Montero se habían negado rotundamente acordar una paz que tuviera como base la pérdida de las provincias del sur ocupadas por los chilenos.
Iglesias, que se hallaba en Chota, huyó de la persecución chilena y se dirigió a su hacienda Udima, pero no la alcanzó y se detuvo en la hacienda de Montán, entonces propiedad de Rufino Espinoza.
Se comprometía también a convocar una asamblea de los siete departamentos bajo su mando, ante la que depondría su autoridad.
[4] Iglesias expidió un decreto por el que se apartaba de la autoridad de Lizardo Montero y proclamaba su propia autoridad sobre los siete departamentos del Norte bajo su mando (Piura, Cajamarca, Amazonas, Loreto, Lambayeque, La Libertad y Áncash).
[5] El día 30 de diciembre dicha Asamblea invistió a Iglesias como Presidente Regenerador del Perú, con atribuciones especiales para negociar la paz con Chile.