Hasta ahora no hay concordancia entre los relatos de los testigos y las pruebas forenses que determinan que el disparo mortal fue desde arriba, estando los miembros de Patria y Libertad en posición baja respecto al comandante.
Al entonces teniente del SIN, Daniel Guimpert Corvalán, junto con el capitán del Servicio de Inteligencia de Carabineros (SICAR) Germán Esquivel Caballero –quien más tarde participaría en múltiples desapariciones cometidas por el Comando Conjunto y el SICAR–, le cupo realizar uno de los aspectos más sucios y cobardes del complot desestabilizador.
Como eso no era muy convincente, ni bastaba para completar sus planes, fabricaron un carnet del Partido Socialista e interrogaron privadamente al funcionario, que –sometido a salvajes torturas– se auto inculpó de haber participado en el asesinato, "junto con un comando del PS-Elenos" y algunos cubanos.
El mecánico de SEAM CORFO terminó encargado reo y procesado por la Justicia Naval, bajo la dirección del Fiscal Aldo Montagna.
[10] El problema para los conspiradores fue que, a los pocos días, la Policía de Investigaciones detuvo a casi todos los miembros de la banda conformada por elementos del Comando Rolando Matus (CRM), Partido Nacional (PN), Democracia Radical (DR) y Patria y Libertad, que habían participado directamente en el asesinato del edecán.
De acuerdo a peritajes forenses y balísticos efectuados en el 2005,[8] ninguna de las armas encontradas disparó el proyectil calibre 22 Long Rifle[nota 9] que mató al edecán, ni disparó las cuatro vainillas (tres marca Orbea y una marca Remington) calibre 22 Long Rifle encontradas en la calle frente a la casa del edecán.
Otras siete vainas halladas en Providencia con Lyon fueron percutidas por la misma arma que disparó frente a la casa del edecán las tres vainillas Orbea.
Eso significaría que al comandante lo asesinaron con un arma distinta, y le dispararon desde otro lugar -presumiblemente desde el frente de su casa-, ligeramente desde arriba hacia abajo.
Morales dijo a amigos que él personalmente había eliminado varias figuras políticas.
El abogado de la causa Arturo Araya Corominas, hijo de Arturo Araya Peeters asegura que la teoría del complot entre la Armada y la ultraderecha civil para asesinar al comandante cobra «cada vez más fuerza» en la nueva indagatoria, donde se siguen acumulando evidencias en ese sentido.
Los actos recordatorios se originaron en un encuentro que el almirante Codina sostuvo con los hijos del capitán Araya, Arturo y Enrique, constituyendo el primer contacto desde su muerte la madrugada del 27 de julio de 1973.
Es un espacio funcional para el trabajo de los Edecanes del Mandatario, quienes tienen como misión principal acompañarle y asistirle en todas sus actividades oficiales y representarle en los eventos protocolarios que específicamente les encomiende.