[4] Es evidente que la mitad del siglo XIII fue una época de progreso en la notación y la teoría musical, aunque sólo se pusiera al día con el estado actual de la composición y la interpretación.A diferencia de muchos tratados teóricos del siglo XIII, es una guía práctica que evita por completo las especulaciones metafísicas.Entre los asuntos abordados en el tratado se encuentran el organum, el discantus, la polifonía, las clausulae, el conductus y, en definitiva, todas las técnicas compositivas de la escuela de Notre Dame durante el siglo XIII.[1] La parte central del tratado, y con mucho la más reconocida, es la idea de que las notas, por su apariencia visual, pueden connotar su duración o valor rítmico, además de su valor melódico o altura.[1] Fue una obra muy divulgada y copiada, que siguió siendo influyente durante al menos 200 años.