La evidencia de la arquitectura Muisca se basa en las excavaciones arqueológicas realizadas desde mediados del siglo XX.
Reconstrucciones de algunas casas (bohíos) y el templo más importante de la religión Muisca; el Templo del Sol en Sogamoso, llamado Sugamuxi por los Muisca, se ha reconstruido en la segunda mitad del siglo XX.
Reconstrucciones de algunas casas (bohíos) y la mayoría de templos importantes en la religión muisca; el Templo del Sol en Sogamoso, llamado Sugamuxi por los Muisca, ha sido reconstruido en la segunda mitad del siglo XX apenas.
Durante esta época, el paleoclima con la flora y la fauna eran diferentes a las actuales.
El interior del techo estaba decorado con telas con finas pinceladas de diferentes colores.
A pesar de que los cronistas españoles han informado "poblaciones grandes" de territorios Muisca, las personas vivieron en poblamientos pequeños, descritos por los españoles conquistadores cuando "caserios dispersós".
Como el pueblo maya, los muiscas relacionaban los asentamientos más pequeños con su agricultura efectiva.
El número exacto de casas en los pueblos no está claro y requiere más trabajo arqueológico.
La datación se ha hecho en base al carbono, tomado de los pisos del área.
También se han encontrado cerámicas, huesos de animales, plumeria, semillas y joyas en esta ubicación.
Los caminos de los muiscas no estaban pavimentados, lo que dificulta su identificación en las excavaciones arqueológicas.
Ejemplos de caminos sagrados, utilizados para peregrinajes, se encontraron en Guasca y Siecha.
Las rutas que comunicaban los territorios muiscas con las zonas productoras de algodón atravesaban Somondoco y Súnuba.
Pedro Simón notó que los templos fueron construidos con madera del árbol guayacán, para hacerlos durar mucho tiempo.