Todos esos pensamientos, de igual modo tuvieron su reflejo en la arquitectura, basada en los mismos ideales revolucionarios.
[3][4] Los arquitectos del periodo, llamados utópicos, revolucionarios o visionarios, plantearon edificios basados en las formas geométricas.
Étienne-Louis Boullée (1728-1799) y Claude-Nicolas Ledoux (1736-1806), ambos formados con Jacques-François Blondel, encabezaron esta postura; entre la gran cantidad de proyectos no construidos merece la pena mencionar el Cenotafio para Isaac Newton concebido por Boullée como una esfera, representación del modelo ideal, levantada sobre una base circular que había de cobijar el sarcófago del científico.
En ese momento en Francia, comienzan a surgir nuevos proyectos y comitentes que no eran exclusivamente la iglesia: museos, viviendas, fábricas, bibliotecas, entre otros.
Montesquieu fue un intelectual muy activo en la Academia Francesa que se había ordenado en la francmasonería en Gran Bretaña.
Es en ese momento que los arquitectos que pertenecían a este movimiento utopicista vieron una posibilidad para hacer conocidas sus ideas y sus proyectos presentándose a varios concursos pero perdiendo la mayoría de estos.
Blondel creía en el carácter plástico del cuerpo arquitectónico como un todo y de sus rasgos individuales, el predominio de huecos en los muros y estaba en contra del derroche decorativo.
Además, para él la arquitectura es un arte creativo, que debe ser claramente distinguida del proceso de construcción.
Buscó recursos para unificar el espacio interior, proponiendo la enfilade, uniendo las habitaciones entre sí y unificando la vista interior con la exterior y creía fervientemente en el cuidado que debía tener un edificio en relación con su entorno.
La idea de carácter hacía referencia a que el edificio debía “hablar por sí solo”, transmitiendo mensajes claros a los visitantes, al igual que cada ser humano podía decir y pensar lo que quisiera basándose en el ideal de la libertad de expresión e igualdad sentados por Rousseau años antes.
Existen varios mensajes detrás de esta idea espacial, por un lado la representación del conocimiento de Newton con una esfera monumentalmente grande y simétrica, la forma más perfecta concebida por los arquitectos utópicos, mostrando la inmensidad del aporte a la humanidad que le hizo el físico, por otro la utilización de la luz natural controlada para generar sensaciones en el interior, simulando la bóveda celeste.
Ledoux pasó una dura transición en su vida ya que al haber sido catalogado como un arquitecto servil a la monarquía fue mal visto durante la revolución, aprovechando su tiempo para investigar en el campo teórico de la arquitectura y obras pequeñas comparadas a sus construcciones anteriores, en especial viviendas.
La planta era simétrica en todos sentidos, por eso tenía cuatro accesos con una escalera cada uno y no tiene ningún tipo de ornamentación.