Arqueta de Palencia

La arqueta fue tallada en el Taller de marfiles de Cuenca, por el artista Abderramán ben Zeiyan, en el año 1050, y destaca por su increíble detalle y finura en la ejecución y está considerada como una de las mejores creaciones de dicho taller.

[1]​ La pieza perteneció a la catedral de Palencia cuyo obispo realizó la donación de la misma al Museo Arqueológico Nacional (España) en Madrid, donde se expone de forma permanente con el número de inventario 57371.

Destaca por su increíble detalle y finura en la ejecución y está considerada como una de las mejores creaciones del mencionado taller tiene unas inscripciones de escritura cúfica —donde se recuerda su ejecución en Cuenca entre otras cosas—, también hay pájaros y gacelas, lo que hace pensar que fue una recreación del paraíso.

La pieza perteneció a la Catedral de Palencia utilizada como relicario.

En 1911 el obispo junto con el capítulo de la catedral donaron la arqueta en el Museo Arqueológico Nacional de España.

Parte posterior
La Taifa de Toledo hacia 1037.