Así, en las primeras fases de su participación en dicha guerra mantuvo su fidelidad hacia el rey Carlos II el Malo de Navarra, a Eduardo III de Inglaterra y al Príncipe Negro, combatiendo contra otro mercenario, el bretón Bertrand du Guesclin en la batalla de Cocherel, en Francia, y en otras batallas en el reino de Castilla.
Sin embargo, optó por cambiar de bando en 1358, movido a medias por el interés y a medias por el amor propio.
[1] Desde ese momento, tomó parte en todas las campañas militares entre 1369 y 1375.
Volvió a colaborar con el ejército del rey de Francia una vez más, en 1382, en la batalla de Roosebecke, librada contra los flamencos que se habían sublevado.
Como recompensa a su apoyo, recibió el condado de Dreux.