Aristeas de Proconeso
Tras su muerte, un hombre dijo haberlo visto y hablado con él de camino a Cícico.Doscientos cuarenta años más tarde los habitantes de Metaponto afirmaron que Aristeas en persona se les apareció allí y les ordenó erigir un altar a Apolo y, junto a este, una estatua con el nombre de Aristeas de Proconeso.El paradoxógrafo Apolonio da la versión de que Aristeas se apareció, durante muchos años tras su muerte, en Sicilia.Esta sería la razón por la cual los sicilianos habrían construido un templo y celebrado sacrificios en su honor, venerándolo como a un héroe.[2] Aristeas escribió acerca de sus viajes un poema en tres libros titulado Arimaspea, que más tarde sería considerado una fuente fidedigna de información geográfica e histórica.