La archieparquía fue restablecida como católica en 1790, aunque previamente entre 1694 y 1702 fue su obispo el electo patriarca Joubeir.
Su sede se hallaba en Cizre (hoy en Turquía).
El palacio episcopal siro-católico fue incendiado,[2] mientras que algunos monasterios en las afueras de la ciudad fueron tomados y evacuados por la fuerza.
[3] Según el testimonio del patriarca sirio-católico Ignacio José III Younan, los cristianos se vieron obligados a convertirse al islam o a abandonar inmediatamente la ciudad.
[5] El obispo auxiliar de Mosul, Nizar Semaan, fue nombrado su primer eparca.