Se trata de una arquidiócesis latina, inmediatamente sujeta a la Santa Sede.
[2] En este contexto político, los obispos de Formia se establecieron, al principio quizás sólo temporalmente, en Gaeta.
[3] Con una bula del 12 de marzo de 1159[4] dirigida al obispo Giacinto, el papa Adriano IV «fijó los límites de la diócesis, describió todas las iglesias, tierras, aldeas y castillos sujetos a su dominio, y confirmó todos los privilegios, jurisdicciones, prerrogativas y los indultos concedidos por sus antecesores".
[5] Las mismas concesiones fueron repetidas por el papa Alejandro III en 1170 al obispo Rinaldo II.
Estos obispos se comprometieron a implementar los decretos reformadores del Concilio de Trento en la diócesis.
A principios del siglo XIX la diócesis incluía, además de Gaeta, las siguientes ciudades: Mola (Formia), Castellone, Itri, Sperlonga, Maranola, Trivio, Castellonorato, Spigno, Traetto, Santa Maria Pulcherino, Tufo, Tremonzuli, Le Fratte, Coreno, Castelforte, Suio, Ponza y Ventotene.