Diócesis de Pozzuoli
La primera noticia históricamente cierta de la existencia de una comunidad cristiana en Pozzuoli se remonta al evangelista san Lucas quien, al describir las etapas del viaje realizado por el apóstol Pablo desde Cesarea de Palestina hasta Roma, se expresó así: Desembarcamos en Siracusa, donde estuvimos tres días y desde aquí, siguiendo la costa, llegamos a Regio.En efecto, en los muelles de Pozzuoli hacían escala no sólo los orientales que iban a Roma, sino también todos los barcos procedentes de los puertos del mar Mediterráneo, por lo que los comerciantes de todos los países acudían a la ciudad, fijaban su residencia, se agrupaban en corporaciones nacionales e importaban su religión.Según una tradición que se remonta a finales del siglo XVI, el primer obispo de la ciudad fue Patroba, mencionado por Pablo en la Epístola a los romanos (16,14) y consagrado por san Pedro en el 42, y el segundo fue Celso, venerado en Pozzuoli desde la primera mitad del siglo XI.Estos dos santos, sin embargo, tras los estudios realizados por Angelo D'Ambrosio bajo el pontificado del papa Juan XXIII como parte de una amplia reforma del calendario de fiestas litúrgicas de las Iglesias locales, fueron considerados santos imaginarios, que nunca existieron realmente, y por lo tanto tachados durante la redacción del nuevo calendario.Sigue al obispo Julio, que fue legado papal en el Concilio de Éfeso en 449.Después de Claudio, que quizás no perteneció a la Iglesia puteolana, se conoce al obispo Aucupio, que participó en el sínodo romano convocado por el papa Símaco en el año 499 y probablemente también en el celebrado por el papa Gelasio I en el año 495, donde, sin embargo, los obispos están documentados sin su sede.Seguido de Gémino, mencionado en el epistolar del papa Pelagio I, un anónimo, mencionado en las cartas de Gregorio Magno, y Gaudiosus, que participó en el concilio romano celebrado por el papa Agatón en 680 para condenar la herejía monotelita.La serie de obispos posteriores hasta mediados del siglo XIII es incierta y muy fragmentaria.