Apolinar Serrano

Murió algunos meses después, víctima de la fiebre amarilla.Se afirma que era tan generoso y caritativo, no reservando nada para sí, que para su entierro hubo necesidad de hacer una suscripción.Sus familiares, desde España, pidieron sus restos, pero la ciudad de La Habana suplicó que se dejaran allí.Su sepultura se encuentra en la capilla de Loreto, de la catedral de La Habana, con un monumento escultórico dedicado a su persona.Fueron hermanos suyos, Inocencia Serrano Díez, Rafael Serrano Díez, Melchor Serrano Díez, canónigo de Valladolid, y el conocido escritor, abogado y diputado a Cortes Nicolás María Serrano Díez
Monumento escultórico de su sepulcro en la Capilla del Loreto. Catedral de La Habana.