Es uno de los pocos iconos rusos pre-mongoles conservados hasta nuestros días.[1] La fecha de la aparición del icono en Moscú no está determinada con precisión y se citan varios años: 1547, 1554, 1561.En 1926 fue devuelta al Museo Estatal de Historia y en 1930 transferida a la Galería Tretiakov.Fue allí, en 1935, donde se llevó a cabo una nueva restauración por parte de I.[4] Esta leyenda apareció en el siglo XVIII y está basada en la historia de la vida del Procopio de Ústiug escrita en el siglo XVII.Sin embargo, no está confirmado por otras fuentes en Rusia, ni en la propia Ústiug.Sin embargo, no dieron muchos argumentos históricos a favor de esta versión.[9][10] El origen novgorodiano del icono de Ústiug fue establecido por Víctor Lazárov.En el siglo XVI se llevó a cabo una restauración basada en los restos de pintura existentes en ese momento del cinabrio.Según Víctor Lazarev, esta representación académica pertenece a un período posterior al de los iconoclastas y está ligada a la influencia de los textos litúrgicos, como el sinasario del 24 de marzo, el oktoíjos del himno a la Virgen María.[23] El rostro de la Virgen está representado sin expresiones emocionales y sin sentimientos fuertes.[24] Su cabeza está ligeramente inclinada hacia el mensajero que se le aparece.Este hilo que parece salir del lado izquierdo y del corazón simboliza esta inexplicable encarnación, cuya realidad está en el corazón de la fe cristiana.[26][27] El niño Jesús es representado en posición frontal, como un adolescente o un joven adulto.La mano derecha está en el centro, doblada hacia arriba, y bendice.La cabeza y las alas juntas forman una imagen cercana a un tridente.El arcángel se dirige a María en un movimiento de oración.Sobre el icono, Dios está representado en una mandorla gris oscura, sentado en un trono rojo, apoyado por querubines.