Es el primer avión de grandes dimensiones en ser propulsado por motores propfan.
Los trabajos para el diseño y desarrollo del An-70 comenzaron en la antigua Unión Soviética en los comienzos de los años ochenta.
Por tal motivo, se establecieron plantas para producción en serie en las ciudades de Kiev y Samara, Rusia, que garantizaban el empleo a cerca de 80.000 personas en Rusia y Ucrania.
La aeronave se mostró tan prometedora durante sus primeros tres vuelos que Antonov decidió acelerar el proyecto y convertir el prototipo de prueba estático en prototipo de vuelo.
Rusia no apoya su construcción y, en su lugar, se concentra en una versión modernizada del Ilyushin Il-76, el Il-476.