Mostró un fuerte interés en el estudio, tanto en asuntos militares como en temas relacionados con tecnología de armamento y criptografía.Inicialmente, se unió al Regimiento de las Antillas en Granada, pero solicitó un traslado a Madrid poco tiempo después.Su experiencia en temas militares y tecnológicos le llevó a ser nombrado profesor asistente en la Academia General Militar en Toledo.Sin embargo, su salud precaria le obligó a tomar bajas médicas con frecuencia, lo que finalmente le llevó a dimitir de la Academia en octubre de 1886.Dos años después, recibió la Cruz Blanca al Mérito Militar por un método criptográfico innovador que había desarrollado en 1894.Un dispositivo que desarrolló en 1885, el cual revolucionó los levantamientos topográficos al combinar varios instrumentos en uno solo, tales como una brújula, un goniómetro, un heliógrafo, un telémetro y otros instrumentos de medición y cálculo, que permitían realizar de manera rápida y sencilla las mediciones de terrenos.[1] Como químico, en 1912 desarrolló un revolucionario explosivo al que había nombrado como tóspiro, el cual testeó en campos de Toledo.Aunque no sólo se negó a seguir con el proyecto, sino que destruyó la información de su propio estudio, las investigaciones realizadas durante los últimos años de su vida en Algeciras permanecieron olvidadas o en un intencionado secreto, siendo a partir de 2023 cuando la información ha empezado a publicarse en algunos medios, como el programa Cuarto Milenio, que dedicó una sección denominando a Meulener como el "Oppenheimer español".
La fábrica de armas de Toledo, donde Antonio Meulener desarrolló el Tóspiro.