[1][2] Se desconoce tanto el origen como la formación de Antonio González Guerrero.
[1] González solicitó permiso en diversas ocasiones para tocar fuera de la catedral, actividad habitual en las capillas de música que se ganaban un dinero extra tocando en fiestas privadas.
En 1744 volvió a caer enfermo y tuvo que dejar de componer.
Debía estar tan enfermo que Francisco Mayés, el capellán músico con mayor antigüedad, solicitó la interinidad del magisterio, mientras Juan Mayorga, el organista, se encargaba del gobierno de la capilla y Mayés de llevar el compás.
[2] Solo se conserva una única composición de maestro González en Olivares, el Non in die festo para la Pasión del Domingo y Miércoles.