Antonio Ferrero

De extracción humilde, se acogió bajo la protección del cardenal Giuliano della Rovere, quien tras ser elegido papa en 1503 le nombró protonotario apostólico y mayordomo de la Casa Pontificia.En enero del año siguiente fue nombrado obispo de Noli,[1]​ y en abril fue consagrado por el mismo papa, asistido por los cardenales Antonio Pallavicino y Giovanni Antonio Sangiorgio, en la misma ceremonia en que también lo fueron Raffaele Sansone Riario, Galeotto Franciotti della Rovere, Francesco Alidosi, Gabriele de' Gabrielli y Johannes Burchard.[2]​ Prefecto del Palacio Apostólico Vaticano, en agosto fue transferido a la diócesis de Gubbio.[5]​[6]​ Al mes siguiente fue enviado como legado a Perugia, de donde también fue obispo.[9]​[10]​ Fue sepultado en la iglesia de Sant'Agostino sin honores ni ceremonias públicas por orden del papa.