Antonio Fernández de Córdoba y Cardona

Nació en Bellpuig, donde pasó su infancia y estudió en la Universidad de Lérida.En 1590 es nombrado embajador en Roma por Felipe II, actuando inicialmente de manera conjunta con el embajador previo (Enrique de Guzmán, II conde de Olivares) y posteriormente sucediéndole.Continuó su labor tras la muerte de Felipe II y el reinado de Felipe III, hasta que en 1603 abandonó la embajada para volver a España.Fue embajador acreditado ante los siguientes pontífices: Sixto V, Urbano VII, Gregorio XIV, Inocencio IX y Clemente VIII.Al regresar a España, pasó a ser miembro del Consejo de Castilla y mayordomo mayor de la reina Margarita de Austria-Estiria.