Antonia María de Oviedo y Schönthal

Después regresaría a Friburgo, donde abre un pensionado y lograría una excelente reputación como pedagoga.

Terminada su tarea educativa con el casamiento de la más pequeña en 1860, fija su residencia en Roma durante tres años.

Aquí coincide dos años con José María Benito Serra, obispo de Daulia, quien se convertiría en su director espiritual.

En este momento, la fundadora cambia su nombre a Antonia María de la Misericordia.

A pesar de la negativa, ambas mantuvieron la amistad mediante una cuidada correspondencia durante años.

El milagro ahora requiere la aprobación papal para que se lleve a cabo la beatificación.

Las tres tendrán que escuchar una llamada interior que les exige enfrentarse a sus miedos y ser las verdaderas protagonistas de su vida, abriendo caminos nuevos de transformación y liberación.

Rebeca vive en Madrid y trabaja como maestra en un colegio concertado mientras está estudiando las oposiciones para asegurarse una plaza fija.

Lleva unos años con su pareja, Enrique, pero ella no se siente aún motivada para comprometerse con él y darle más estabilidad a su relación.

Sharik, siendo apenas una adolescente, es vendida por su padre a un hombre mucho mayor que ella.

Será su hija y el deseo de transformar su triste realidad, el motor que le da fuerzas y determinación para convertirse en la mujer valiente e independiente que desea ser.

Antonia Mª de Oviedo en su juventud, antes de tomar los hábitos religiosos