Arenski compuso varias canciones y piezas para piano a los nueve años.
En 1895 Arenski regresó a San Petersburgo como director del Coro Imperial, habiendo sido recomendado por Balákirev.
Se retiró en 1901, empleando su tiempo como pianista, director de orquesta y compositor.
Se alega que la bebida y las apuestas destrozaron su salud.
Piotr Ilich Chaikovski fue la mayor influencia en las composiciones musicales de Arenski.