Su obra combina el racionalismo, el vanguardismo y también la estética tradicional, si era una solución adecuada.
Dejó obras singulares en diversos lugares de Galicia y también en Guinea Ecuatorial, en donde ejerció el cargo de arquitecto jefe delegado del gobierno durante el período colonial, entre 1940 y 1948.
Hijo de Luis, militar, y Elvira, tuvo cinco hermanos: Luis, Elvira, María Paz, Pedro y Manuel; este último, teniente de aviación, falleció en un accidente aéreo en 1946.
[4] Allí conoció a su mujer, Angelita Serralta Cases, nacida en Bioko (antes Fernando Poo), hija de colonos catalanes que administraban una extensa propiedad llamada "La Barcelonesa" para la compañía Rius y Torres, en donde se cultivaba cacao y café.
En su juventud se dedicó a la acuarela en pequeño formato sobre temas recurrentes como la navegación, el motociclismo y la figura femenina.
[15] Su legado artístico pertenece a la colección privada de la familia Conde Serralta.
Esta lámina cumple las funciones de estructura, cubierta y envoltorio, lo que permite conseguir un interior sin columnas o pilastras.
La estructura responde a una concepción trigonométrica del pliegue que marca ángulos (o picos) y crea ondulaciones entre ellos.
Estas tres obras se realizaron en colaboración con la empresa madrileña Construcciones Laminares S.L., de los arquitectos José Ruiz-Castillo y Ucelay y Ricardo Urgoiti, especializados en láminas de hormigón armado.
Como arquitecto en el Servicio de Obras Urbanas en la Guinea colonial, realizó equipamientos públicos, como escuelas, hospitales y residencias.
[8] Ramón Eiras señala que entre sus clientes estaban Rodrigo Alonso, Alejandro Barreras, Leopoldo Curbera, Manuel Sas, Luis Solano Aza o Alberto Casal.