[1] Obtuvo también un considerable éxito su pieza instrumental «Poem Without Words 2», cercana al género de la new age.
En las posteriores décadas su actividad discográfica fue progresivamente más limitada, aunque ha realizado diversas giras y expandido su espectro musical hacia otros estilos, como el jazz o las músicas del mundo, y continúa en activo en la actualidad.
En este contexto surgió su siguiente disco, The Law is an Anagram of Wealth (1993), que combina la electrónica con instrumentos clásicos, contando con la intervención de músicos como Tov Ramstad, Paul Downing y el multinstrumentista Martyn Bates, de la banda Eyeless in Gaza.
[18] Anne Clark ha descrito en entrevistas el eclecticismo de sus gustos musicales: desde clásicos del rock, el folk y el pop que escuchaba en su juventud (The Beatles, Rolling Stones, David Bowie, Tim Buckley, Joni Mitchell) hasta compositores clásicos como Bach, Chopin o Mozart, además de las bandas de punk y post-punk contemporáneas a ella.
[20] En sus letras, Clark desarrolla un estilo directo pero imbuido de nihilismo, crítica social y oscuridad existencial,[21] especialmente en sus inicios:[22] así, reflexiona sobre el suicidio en su canción «Self Destruct», sobre las relaciones amorosas tóxicas en «True Love Tales» (1984), sobre la marginación social en «Wallies», sobre la amenaza de la bomba atómica en «Poem for a Nuclear Romance», y plasma una sombría descripción de la alienación urbana en la futurista «Sleeper in Metropolis» (1983).
E. Cummings, Rumi, William Butler Yeats, RIlke, Alice Oswald, Philip Larkin y Charles Baudelaire, entre otros.
[24] Actualmente se reconoce a Clark como una de las mayores exponentes del género musical del spoken word, y sus temas en colaboración con David Harrow «Our Darkness» y «Sleeper in Metropolis» son considerados clásicos pioneros del techno, el house, la música industrial y la EBM, siendo todavía pinchados en clubes de electrónica casi cuatro décadas después de su publicación.