Estaba ubicado donde hoy está el lago Kaiafa[1] y famoso en la antigüedad por sus aguas nauseabundas.
Se asocia, a veces, con el río que Homero menciona brevemente en la Ilíada bajo el nombre de Minyeius (Μινυήϊος).
[10][11] Las grutas cerca de Samico estaban dedicadas a las ninfas anigrides (Ἀνιγρίδες o Ἀνιγριάδες).
Pausanias explica que los enfermos se frotaban con sus aguas las partes afectadas del cuerpo, luego cruzaban a nado el río, 'dejando la enfermedad en el agua', para salir curados y con la piel perfectamente sana.
Esta formación geológica consta de dos manantiales en una cavidad natural al pie del monte Lapitha.