[7] La única especie descrita es Andrewsarchus mongoliensis basado en un cráneo gigante hallado en Mongolia en 1923 por la expedición liderada por el explorador y cazador de fósiles Roy Chapman Andrews, en honor al cual se nombró el género.
Andrews inicialmente lo consideró como un carnívoro, pero posteriormente —debido a su enorme tamaño— se le relacionó con Entelodon, un artiodáctilo omnívoro con el cual comparte las mismas proporciones faciales y craneales.
[9] Al ponderarlo con el tamaño de Mesonyx obtusidens, pudo haber tenido una longitud del hocico hasta la parte posterior de la pelvis, de aproximadamente 3,82 m y una altura hasta los hombros de 1,89 m.[7] Con estas medidas es posible que haya triplicado el tamaño de Synoplotherium vorax o de Mesonyx obtusidens y posiblemente sea el mamífero carnívoro terrestre más grande que se conoce.
[7] El cráneo tiene cerca del doble del tamaño que el de un oso pardo (Ursus arctos middendorffi), pero con una relación largo-ancho menor, y alrededor de tres veces la longitud del cráneo de un lobo del Mackenzie (Canis lupus occidentalis).
Este peso parece cercano al límite práctico de un mamífero carnívoro terrestre, relacionado posiblemente a la disponibilidad de comida y a los requerimientos metabólicos.