En 1915 publica su primera ilustración, en la revista Sevilla y sus fiestas de primavera, donde repetiría al año siguiente.
El ilustrador, muy aficionado a los toros, crea Oselito como trasunto humorístico de Joselito El Gallo, fallecido por aquellas fechas.
Lo representa con sombrero de ala ancha, pajarita, chaquetilla corta clara, pantalón negro, y con la mano izquierda generalmente en el bolsillo.
A medida que la guerra avanza, la influencia de sus contactos con los intelectuales comunistas, tales como Pedro Garfias, Miguel Hernández y Alberti, radicalizan sus trabajos.
En los años cincuenta colabora regularmente en el periódico España de Tánger, y en la revista humorística Don José.