André Colomer

Se instaló en París, donde empezó a escribir y trabajó como periodista.

Fundó dos revistas de arte junto con Roger Dévigne, Bernard Marcotte, Gabriel-Tristan Franconi y otros amigos: La Foire aux chimères (1907-1908) y Les Actes des Poètes (1909-1910).

Su salud no hizo más que empeorar, haciéndole correr el riesgo de ser descubierto.

Visto su delicado estado de salud, se le concedió un permiso definitivo coincidiendo con el día del armisticio.

Organizó a los trabajadores intelectuales creando el Sindicato de los Escritores y el Sindicato de los Dramaturgos en 1920 y fue elegido secretario del Comité intersindical del Espectáculo.

Pese a que este sindicato estaba próximo al Partido Comunista Francés, Colomer no quedó impresionado con la Revolución rusa de 1917; más bien, consideraba que la Revolución es un mito y una palabra vacía.

(«¡Elegir!»): A raíz de la “tesis del asesinato” de Philippe Daudet de la que se le acusaba, Colomer dejó Le Libertaire para crear la revista semanal L'Insurgé («El Insurrecto»), donde colaboraron su mujer Hauteclaire (Madeleine Colomer), Sébastien Faure, Henry Poulaille, Maurice Wullens, Noël Letam (Léo Malet).

Anthologie de la subversión carabinée, L'âge d'homme, 1989, ISBN 2-8251-0715-8 (philosophical study of political freedom).