De hecho, numerosas localidades llevan el mismo nombre, sobre todo en Cataluña, y su situación geográfica no justifica tal etimología.
Otra hipótesis es la de "lugar frecuentado por los ciervos" (en francés: cerfs), también poco plausible.
Dada la antigüedad del nombre, cabe suponerlo de origen prelatino, y relacionarlo con la raíz preindoeuropea kar, ker (peña), seguida de la raíz ibero-vasca -erri (lugar).
Cervera fue mencionada en el siglo I por el geógrafo Pomponio Mela, que la marca como el límite de las Galias: «Cervaria locus finis galliae»; esto se reflejará en 1659 en las negociaciones para fijar la frontera franco-española.
Con respecto a los viajeros, el número de trenes que paran en la estación varía de 18 a 47 al día según el periodo (cifras recogidas en el sitio web del consejo general).
Al año transitan 15 000 trenes por la estación SNCF de Cervera.