Fundó en Murcia un estudio-taller de escultura, arte, muebles artísticos y decoración en general —donde acudían los que iban a ser los impulsores del renacer escultórico del novecientos murciano—.
Se trabajaba la escultura en cualquier tipo de material, piedra natural —desde un mármol a una arenisca— y fundida —no usada anteriormente en Murcia—, así como la madera, el yeso, hierro y bronce.
El maestro era quien solía proporcionar el diseño, hacía el primer boceto y controlaba el proceso de ejecución desde sus comienzos hasta verla concluida, pero, en ocasiones, en la escultura decorativa, eran los arquitectos los que proporcionaban en algunas ocasiones los diseños; Pedro Cerdán, proyectó la fachada del Casino de Murcia, el panteón de los Guirao en Espinardo y la capilla románica de San Bartolomé, ejecutadas luego en el taller de Anastasio Martínez Hernández.
Se alaba «la buena idea que tuvo al fundar en la ciudad del insigne Salzillo, hace —entonces— seis años, un importantísimo taller del cual salen valiosos trabajos artísticos que revelan dentro y fuera de Murcia el mérito del joven artista y justifican el favor incondicional de una clientela numerosa y distinguida».
Otra especialidad que ofertaba este taller era satisfacer las aspiraciones artísticas en materia de mobiliario ya que Murcia, tenía aún que recurrir a las grandes casas de Madrid y Barcelona o al extranjero para comprar muebles de lujo.