El anascote[1] o añascote es una tela cruzada[nota 1] de lana peinada, lisa, áspera, tejida en crudo y teñida en piezas.
En el siglo XVII, se importaba de Brujas un anascote negro bastante apreciado por las damas del momento.
En 1796, empezó en Francia a imitarse la fabricación del anascote con muestras inglesas que sirvieron de tipos.
Con semejante estímulo la fábrica de Amiens tomó un rápido vuelo y, a pesar del gran consumo, satisfizo por mucho tiempo todos los pedidos.
Entonces, el merino era mucho más caro y su uso era reducido a causa del precio.