De allí se expandió para incluir a los ilegalistas, una rama del anarquismo individualista, el anarcocomunismo y el anarcosindicalismo.
En 1877, Errico Malatesta, Carlo Cafiero y Costa llevaron adelante una intentona revolucionaria en Italia.
En 1872, Bakunin y Cafiero ayudaron a organizar las secciones de la AIT para conformar una federación nacional.
En parte debido a su entusiasmo por la Comuna de París y en parte por su amistad con Carmelo Palladino, se incorporó a la sección napolitana de la AIT ese mismo año, mientras estudiaba como mecánico y electricista.
Por los cuatro años siguientes, Malatesta ayudó a difundir la propaganda internacionalista en Italia; fue encerrado dos veces en prisión por estas actividades.
En Florencia fundó el semanario anarquista La Questione Sociale en el cual se publicó por primera vez su popular panfleto Fra Contadini (Entre Campesinos).
Después de la Primera Guerra Mundial, Malatesta retornó a Italia por última vez.
Dos años más tarde, en 1921, el gobierno italiano lo encarceló nuevamente, pero los liberaron dos meses antes de la llegada del fascismo al poder.
Las más izquierdistas Cámaras del Trabajo adhirieron de inmediato una tras otra a la USI, e impulsaron todas las más importantes batallas políticas por los derechos laborales – sin haber adoptado nunca la estructura militarizada y las actitudes autoritarias presentes en otros sindicatos.
La Unión se las arregló para mantener su oposición al militarismo bajo el liderazgo de Armando Borghi y Alberto Meschi.
Errico Malatesta, que tomó parte en estos sucesos, escribió: Durante esta época la Unione Sindacale Italiana (USI) creció hasta llegar a casi un millón de miembros y la influencia de la Unione Anarchica Italiana (UAI) con sus 20.000 miembros creció en proporción.
Se opusieron al movimiento y negociaron con el gobierno por una vuelta a la normalidad a cambio de la promesa de aumentar legalmente el control obrero en las fábricas; pero esta promesa no se mantuvo.
[7] En este sentido, podemos tener en consideración los notorios magnicidios realizados o intentados por anarquistas individualistas como Giovanni Passannante, Sante Caserio, Michele Angiolillo, Luigi Luccheni, Gaetano Bresci que asesinó al rey Umberto I. Caserio vivió en Francia y fue contemporáneo del ilegalismo francés; finalmente asesinó al presidente de Francia Sadi Carnot.
[8] Durante el surgimiento del fascismo esta idea también motivó a Gino Lucetti, Anteo Zamboni, Michele Schirru y Angelo Sbardellotto a cometer distintos intentos de asesinato del líder totalitario Benito Mussolini.
junto al joven stirnerista ilegalista Bruno Filippi[9] Novatore pertenecía a la sección izquierdista y radical del movimiento cultural de avant-garde denominado como Futurismo[10] junto con otros anarcoindividualistas futuristas como Dante Carnesecchi, Leda Rafanelli, Auro d'Arcola, y Giovanni Governato.
En el IX Congreso de la Federación Anarquista Italiana en Carrara (1965), un grupo decidió escindirse de la organización y creó los Gruppi di Iniziativa Anarchica que en su mayoría estaban compuestos por anarquistas individualistas que estaban en desacuerdo con importantes aspectos del "Pacto Asociativo" y eran críticos al anarcosindicalismo.