Durante su reinado, Italia se unió al Imperio alemán y al Imperio austrohúngaro formando parte de la Triple Alianza, decisión que no fue respaldada por la opinión pública, a causa del dominio que ejerció el Imperio austrohúngaro en el norte de Italia y que restó popularidad al monarca italiano.No obstante, Italia inició su colonialismo cuando otros países ya tenían imperios ultramarinos consolidados (como resultado de la tardía unificación italiana), mientras que la economía italiana era aún débil para afrontar los gastos de aventuras coloniales en comparación a otros países europeos más prósperos.Ello no impidió que bajo el reinado de Humberto I se formase el imperio colonial italiano basado en los territorios de Eritrea y Somalia, obtenidos bajo la inspiración del primer ministro Francesco Crispi, un imperialista convencido.Una grave crisis surgió al respecto cuando en mayo de 1898 hubo masivas protestas populares en Milán relacionadas con una subida de precios del trigo y ciertos impuestos nuevos que gravaban al proletariado urbano.Las protestas fueron reprimidas de manera sangrienta en las calles milanesas por el ejército, inclusive empleando la artillería contra manifestantes desarmados, bajo las órdenes del general Fiorenzo Bava Beccaris.Bresci fue condenado a cadena perpetua y murió menos de un año después, por suicidio o asesinado por los guardas.