Será este ganadero quien, tres años después, en 1953, decida repartir las reses en cinco lotes, uno para cada uno de sus hijos; el cual terminará por comprar Ana Romero al inicio de su andadura ganadera.
[8] En los últimos años han refrescado a la ganadería dos toros de Rehuelga.
Se trata, por tanto, de toros exigentes por su comportamiento y que imprimen respeto por su conformación morfológica.
[cita requerida] Julián Tomás García Sánchez, en su libro El toro de lidia español sobre castas, encastes y ganaderías, establece cómo los toros de la ganadería «Ana Romero» están caracterizados por ser terciados pero armónicos, con predominio de las capas cárdenas y negras.
En lo que respecta a su comportamiento, estos toros están marcados por su temperamento, su resistencia, así como por su cualidad de bravura tanto en el caballo —suerte de varas— como en banderillas y exigentes en la muleta.